Alamedas, un nombre que apareció en 2005 bien situado entre la escena de nuevos rockeros chilenos con guitarras, y que un año después sigue creciendo.Pero ahora Alamedas ha cambiado el foco. De once canciones del primer disco, cinco aludían a asuntos públicos; esta vez Alejandro Gómez parece cantar sobre sus verdaderos asuntos internos.La disciplina de Alamedas es la de tomar los discos como fotografías, con diligencia, sin dilaciones, sin canciones de más –éste tiene apenas nueve y es justo–, uno por año. Y el método funciona: el lanzamiento inicial de Precipicio fue en diciembre de 2006 y el disco muestra cómo de un año a otro las facciones cambian, como si fueran las de una persona. No es sólo la letra: la música encontró también otras direcciones, desde el paisaje evocador que Alamedas pintan en "La línea del tiempo" hasta la nueva frontera que alcanzan con las cuerdas metálicas de la guitarra acústica en "Dejaste aquí". Y "Especie en extinción" puede postular sin obstáculos a la canción más linda que ha escrito Gómez, donde hasta su voz es otra, menos vehemente y más despojada.
http://www.megaupload.com/?d=XRJBLDA9
lunes, 1 de febrero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario